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domingo, 29 de julio de 2012

¡Buff, Por fin El Álamo! ¡Qué bonito! ¡Qué hermoooso... !


Jornada de ciclismo como los profesionales, con un bonito recorrido y un surtido de tramos a lo grande,  destacando los abundantes repechos para todos los gustos.

En esta ocasión con la fresca del día (no, la fresca del DIA) un nutrido y representativo número de participantes del Club Ciclista El Álamo, nos dimos cita en la plaza como de costumbre, para recorrer esos caminos que inundan los alrededores de nuestra población.








Los dos grupos A y B tomamos la salida hacia nuestros respectivos recorridos, dejando constancia en estas instantáneas de los que allí estábamos. En esta ocasión una parte del grupo B, hizo el mismo recorrido a sabiendas que la dureza de algunos tramos, pasaría factura en los kilómetros finales, pero, regulando el ritmo se pudo acabar la ruta satisfactoriamente.

 Con el estreno de uniformidad y alguno hasta la bici, se tiene la suficiente fuerza para recorrer en grupo y muy unidos todas las rutas que se nos propongan.

 No todo para alguno fue una marcha sobre ruedas ya que, las averías y desajustes mecánicos hicieron aparición en los peores momentos, concretamente en esta imagen, hubo que ajustar los frenos delanteros de esta bici tras recorrer un tramo con gran porcentaje de desnivel y la rueda casi frenada. Toda una hazaña para el sufridor compañero.


Estas paradas estratégicas hacen que las piernas y corazones se estabilicen y se pueda recuperar el aliento para seguir, peleando el siguiente tramo.

 Desde El Álamo, fuimos hacia el Parque Arqueológico de Carranque y después de coronar las Crestas desde la parte del Río Guadarrama, por senderos trialeros de Batres, bajamos nuevamente al Río, para iniciar la subida del Monte de Batres y alcanzar la Urba de Cotorredondo.




 En el alto del Monte de Batres, las averías nuevamente se cebaron con Félix, y en esta ocasión fue el cambio trasero, pues este, cambiaba a su gusto el piñón menos adecuado para el desarrollo elegido.
  Otro parón para intentar corregir ese desguisado... No se pudo hacer nada, Félix tuvo que abandonar y regresar a casa... Un fastidio para todos.



 Seguimos la marcha y llegamos hasta la desembocadura del Arroyo de los Combos, cuyo paso se propuso cruzar a pié, ya que la abundante arena de miga en las orillas y los pequeños pozos por el lugar de vadeo, así lo recomendaba, aunque siempre hay valientes con dominio extremo para este tipo de terrenos, que superan casi sin ningún esfuerzo.


 El viejo molino, sus serpenteantes y endurecidos senderos por el paso de cientos de ruedas de todo tipo de bicicletas, nos situaron en Arroyomolinos, para después "saltar" y cruzar la carretera con el peligro que eso conlleva, e iniciar la subida a Móstoles por Los Combos.

Otra larga parada, nos retuvo en Móstoles mientras se solucionaba otro percance sufrido en la cámara de una rueda, tras perder esta toda su presión, originada por un triste pinchazo. 
 Ya por entonces, el calor hacía mella en todo lo que se exponía a merced del Astro Rey, y como rebaños unos bajo los arboles y por libre otros, buscábamos la sombra protectora de tal castigo solar. 



Reagrupados, seguimos la marcha hasta el Parque del Soto de Móstoles, donde paramos obligatoriamente para avituallarse y refrescarnos en su ansiada fuente, por que, aún nos quedaba un poquito de subida desde el Puente de Hierro por el pinar hasta Navalcarnero y a un tiro de piedra, cruzar por debajo de la N5, adentrandonos en terrenos cercanos a nuestro destino.

 Destino que después del "rompepiernas" de la jornada de hoy, exclamamos...

¡ Buff, por fin El Álamo! ¡Qué bonito! ¡Qué hermoooso! 
  
Y es que, los últimos km, se hicieron muy justitos de fuerzas para algunos, pero arropados en el grupo, el calvario, fue menor. Muchas gracias a todos los participantes por el esfuerzo y la ayuda desinteresada en esta ruta. JJ.



domingo, 22 de julio de 2012

Carretera y rampones trialeros.


Nueva salida, y por fin estrenando la equipación del Club que a tod@s nos ha gustado un montón y nos da cierto aire de elegancia y como no, el poder ser identificados con nuestros colores. 
Y desde la plaza tras la espera a los últimos rezagados, se decide la ruta...


 La ruta del grupo B, ya estaba concertada y memorizada por su organizador Sergio, la ruta del grupo A se decidió insitu y sobre la marcha. Un recorrido que en principio iba a ser llanito pero con muchos kilómetros, ¡si si, llanito! que bonito se pintaba en la frescura de la mañana de este Domingo.
 Pues ¡ale! a pedalear se ha dicho.
 Quedamos seis para hacer nuestra rutita, Aurelio del grupo El último repecho, Chiho, Félix, Luis, Miguel y el que suscribe, JJ.

La salida se inició desde el principio a un ritmo un pelin como... como, calentando el ambiente, y en un Santi-Amen, nos presentamos en Casarrubios del Monte, encabezando el grupo Aurelio, que si de algo tienen fama los del Ultimo Repecho es de eso, liarse a dar pedales y hasta que alguien diga algo... Y paren el ritmo.

Tomamos rumbo hacia las urbanizaciones limítrofes con la provincia de Toledo y por algún tramo de carretera, caminos y un poco más de carretera, llegamos hasta El Viso de San Juan, llevando en los riñones más de cuarenta km, que el ritmo impuesto en la andadura, personalmente, me estaba empezando a pasar un poco factura, pero bien comido y bien bebido recuperaba en los tramos de carretera. (reconozco que me vinieron de perlas, jejeje. (Es un secreto) )
 Desde el Viso y por el camino de su mismo nombre, llegamos hasta Illescas, recorriendo ampliamente el pueblo buscando la plaza de la iglesia, haciendo una pequeña parada para avituallamiento y lucimiento de la equipación.


Una vez repuestos de las fatigas y con el ánimo nuevamente recuperado, a través de una continua subida, hicimos presencia en el pueblo de Ugena, donde el calor ya se hacía muy palpable, cosa que no nos inmutó puesto que sin darnos cuenta, ya habíamos alcanzado la zona de Serranillos del Valle, que de Valle nada de nada, es monte picando "pa rriba". 

 Una descansada bajada nos coloca a las faldas del Monte de Batres que, después de una lucha por los tramos arenosos, estrechos, y sombreados senderos de esta zona, (con susto incluido al pasar por una finca, donde siete fieros perros de esos de las películas de terror rottweiler ladraban con fiereza dentro de su terreno) nos pone con desarrollos de trepar paredes, para iniciar la escalada hacia la cima de Cotorredondo. Sufriendo en una bonita subida, por trialeras con un margen estrechísimo para circular y un peralte tan acentuado, que dificilmente se conseguía mantener el equilíbrio sobre la bici, ¡toda una aventura pasar por esta zona!


 Casi en la cima, Aurelio, tubo una bajada impronta de la bicicleta sin consecuencias y a Luis, los cambios de platos le dieron problemas, no sin coronar el monte con la alegría que le caracteriza y a buena velocidad en los últimos metros. Vicente (Chicho) buscándome por la ladera, Félix y Miguel, unos fenómenos subiendo, llegaron sonrientes y frescos. Yo, por algún error de cálculo o cosas de esas inexplicables estuve esperando en la cumbre para dejar constancia de lo sucedido por esos rampones, no me explico como llegué allí.  

Luego, el tramo final, fue un descenso por la vertiente norte de este Monte, donde las habilidades de cada uno salieron a la luz, demostrando las virtudes en la modalidad de descenso a calzón quitado, una gozada bajando hasta el margen izquierdo del Río Guadarrama, que ahí fue donde ya mis fuerzas dijeron basta y la llegada hasta el pueblo, se realizó por la cuneta de la carretera. Destacar a Luis, Miguel y Aurelio que hicieron el recorrido final por camino y con su respectiva subida. ¡Unos "monstruos"!.

 Muchos Km y fuertes desniveles que algún día volveremos a realizar. Un abrazo.
                                      
                                     

sábado, 14 de julio de 2012

1ª Nocturna - Club Ciclista El Álamo.


Esperando a que los últimos y tenues rayos de luz se disipasen en el horizonte Alameño, nos reunimos en la plaza para realizar nuestra primera salida nocturna con las bicicletas.
 A eso de las 22:y pico, equipados con un surtido y vistoso equipo de iluminación, una docena de bikers, iniciamos el recorrido, rumbo al camino de la Cañada de la Calzadilla y por el margen derecho del Río Guadarrama, hacia las urbanizaciones que hay, ya, en la provincia de Toledo (Soto Manducha, San Marcos, El Saldo).





Lejos de la iluminación urbana rodábamos por los oscuros caminos, con un ritmo moderado para familiarizarnos con nuestras luces y distinguir los distintos desniveles y sombras que se proyectaban, y elegir el mejor paso de nuestras ruedas.
Y ahora, tengo que felicitar a Alberto, por la buena elección de los faros elegidos para la ocasión de esta salida nocturna, ya que la buena y potente luz de sus led, iluminaban muy bien el camino dando mucha seguridad, para rodar incluso a gran velocidad.
 Los caminos por la noche son los mismos que por el día, pero al perder la perspectiva sobre el horizonte por no verse este, hace que en las subidas se ruede como en el llano, incluso a sacar unas "medias", superiores a las de rodar con la luz del día.

 

 Ver las luces de las bicis iluminando el camino, es un espectáculo, y el paso por zonas habitadas, llamaba la atención de los paseantes y gentes sentadas en terrazas y bares.

 Tras cruzar dos arroyos uno de ellos con poderoso perfume y salir de las urbanizaciones, por el Camino de los Tormentos, nos hemos dirigido en una continua subida a Casarrubios del Monte, lugar de descanso y avituallamiento, donde las instantáneas dan fe.


 



 Se ha dialogado de, lo divertido y bien que se estaba pasando, y que las salidas nocturnas, tienen un encanto particular, (quizás se repetiría otra vez en septiembre... quizás) y de la cantidad de polvo que se hace al rodar en bici, visto con los focos, lo que durante el día apenas se aprecia... etc, etc.

Tras el refrigerio se ha puesto rumbo por el Camino del Álamo hacia donde su mismo nombre indica, no sin antes sufrir uno de los integrantes del grupo un pinchazo, que nos ha entretenido unos minutos, pero que no ha sido ningún problema.
 En definitiva una noche de bicicleta de lo más divertida y emocionante, por el hecho de haber rodado por esos caminos tan oscuros y la gratísima compañía de los que hemos compartido este ratito.

 Mi deseo y el de todos, es que nos hubiese gustado la participación de más personas, pero bueno, para la próxima tal vez...




Este es el recorrido. Un abrazo, JJ.