La sanísima costumbre de pedalear junto a los mejores compañeros de este querido Club Ciclista, nos ha reunido un Domingo más en la ya conocida plaza de este nuestro querido Pueblo.
Estaban las dos modalidades montaña y carretera. Grupo B, tomaban rumbo O., grupo A, NE y carretera, SE. Las temperaturas ideales, aunque en estos territorios de microclima estable, los manguitos de los brazos, han sido pieza fundamental hasta los 12 últimos Km, después, sobraba... todo.
Apenas se han recorrido los 5 primeros Km, el rampón de Batres nos ha templado la sangre y subido las pulsaciones, para continuar durante los siguientes 60 Km, a ritmo de esos de competición, acogiéndolo de buen grado y mantenido hasta el final, entre el estupendo grupo dirigido por José Fernández, deleitándonos viendo esos verdes campos empachados de agua y atiborrados de pasto y maleza, que junto con una temperatura magnífica para el pedaleo se ha logrado terminar con las fuerzas justitas para celebrarlo en el AS de Copas con un fresco y deseado refrigerio.
La contienda de hoy se podría definir como una ruta turística por todos los pueblos del entorno ya que se ha pasado por Moraleja, Griñón, Casarrubuelos, Yeles, Illescas, Ugena, Carranque y El Álamo.
Y en el día de hoy, estaba todo el mundo en la calle, hasta las gallinas, que en un camino de la provincia de Toledo, ocupaban un tramo por el que pasamos, escarbando y picoteando la tierra, buscando los manjares de la Naturaleza.
Después de atravesar tierras castellano manchegas, ya en la zona de Carranque, la bonita Ruta del Quijote, nos ha adentrado en el Parque Arqueológico, donde Aurelio y sus conocidos recovecos de senderos, tras sus largos paseos a caballo, nos ha enseñado nuevos tramos por las arboledas que al ser transitado únicamente por los equinos, estaba todo el terreno, agujereado por los cascos, teniendo una lucha por mantenernos sobre la bici sin caernos, y es aquí donde el esfuerzo ha sido mayor que en toda la ruta, saliendo los amagos de calambres y elevando la temperatura corporal a índices propios de la estación veraniega.
El resto hasta el pueblo, ha sido una tendida subida, donde las fuerzas muy justas, han evitado mediar palabra entre nosotros, ahorrando energía para terminar el largo recorrido.
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